miércoles, 2 de junio de 2010

ROCIO DE FITERO 2010



































Después del intenso sábado en la finca de Marta, una preciosa finca con una casona tremenda, en la que no paramos de cantar, bailar, comer y beber, (cuanto sacrificio virgencita del Rocio), madrugón tremendo para estar preparados para acudir al XI Rocio de Fitero. A las nueve y media nos congregamos alli, unas ciento y pico personas, romeros y caballistas, y unos cuantos carruajes, en la margen izquierda del rio, para comenzar el dia almorzando la chistorrada habitual acompañada de rebujito, para ir tomando fuerzas para la larga caminata. Como siempre gente de varias poblaciones cercanas, todas pertenecientes a grupos de sevillanas, o del mundo del caballo, integraban el numeroso grupo de personas ataviadas con los trajes de flamenca y de corto, y dispuestas a pasar un buen dia.
Tras bailar unas cuantas sevillanas, se procedió a cruzar el rio, andando por las tablas que Catena habia colocado, a caballo, o en los coches de caballos y carretas que la Organización habia preparado. Tras un camino caluroso, pero regado en todo momento por el rebujito que nos ofrecian los organizadores, se rezó el Angelus a las doce del mediodia y posteriormente, se paró como cada año desde la muerte de Arancha en el lugar donde falleció, para rezar la salve y ofrecerle un ramo de flores.
A la una de la tarde en el Barranco dió comienzo la misa que dedicaron a mi hija Mónica, detalle que agradezco enormemente, y que fué cantada por el Coro de San Adrián.
A las dos y media en el frontón, la comida y baile y merienda hasta las nueve de la noche, con muy buen ambiente. Aunque mi ánimo no fué el de siempre me encontré agusto rodeada de la gente que me quiere y agradezco que mis amigos de verdad, estuvieran a mi lado, y a mi hija Estela por darme el gusto de volver a participar, guapisima por cierto, en éste Rocio después de muchos años de no hacerlo.

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