en el Hotel Tudela Bardenas, celebraron una cena con unas doscientas personas procedente de Pamplona y varios pueblos riberos, incluida por supuesto Tudela. Pasando por alto las opiniones variadas que hubo sobre el menú, lo que realmente quiero resaltar es el buen ambiente que hubo, apesar de que como en todas partes, algunos intentaron aguar la fiesta a quienes van con buena disposición a divertirse, lo cierto es que no sólo no lo consiiguieron sino que aparentemente todo el mundo disfrutó bastante, en mi caso hasta las 6 y media de la madrugada, rodeada de mi amor, Miguel, parte de mis mejores amigos, como Laura e Iñaki, Diego y Cristina, Jósean, Charly, Txema, Elsa y Sergio y su mujer, una pareja de Milagro, además de por un gran número de alumnos, entre ellos mis incondicionales de Castejón, siempre dispuestos a una fiesta; Leonor, Mª Jóse Azpilicueta, Rosa, Beatriz y su amor, Barda y Susana, a todos, hasta formar un grupo de cuarenta que acudieron conmigo, darles las gracias por poner su granito de arena participando siempre para que ésta afición siga adelante y pueda contagiarse aún más si cabe.
Jesús, Tere y Mamen, participaron desde la Ribera en la organización de los actos, poniendo toda su buena voluntad en que todo saliera lo mejor posible y como dicen los gitanos, no quiero buenos principios sino mejores finales, asi que agradecerles que pusieran de su parte para que nosotros lo pasaramos tan bien.
Con los de San Adrián comenzamos la juerga todavía en el salón, bailando con mi amigo Humberto ý siguiendo con Iñaki, inicié una noche en la que no paré ni un sólo minuto, con miks amigas Delia y Sofía de Pamplona, sus encantadores padres, las chicas de Funes, nuestros amigos de Villafranca, Mikel, Dani, etc; pasamos una noche de las de recordar.
Además conocí a unas chicas majísimas de Tarazona, alumnas de Inma, que lo hacían estupendamente y con quien a buen seguro nos juntaremos en más de un sarao. Y quiero resaltar que además dejé zanjado un tema que me molestaba bastante, que por culpa de malentendidos, y dimes y diretes de quienes no tienen mejor cosa que hacer, nos tenía distanciadas a Inma, profesora de Sevillanas y flamenco en Tudela, desde antes de empezar a dar clases yo, y a mi. Estoy segura que fué tan sincera diciendome que haciamos borrón y cuenta nueva, como yo lo fuí con ella, y desde aqui quiero decir que todos tenemos cabida, cada uno con su estilo, con su arte, con sus alumnos y con sus amistades, y espero que nadie vuelva a meter baza. Disfruté mucho bailando con ella.
Hubo más cosas importantes para mi esa noche, mi reencuentro con un amigo de años, que creo dejó una puerta abierta a que nuestra amistad algún dia recobre la naturalidad con la que empezó, el disfrutar con mis amigos como hacía tiempo que no ocurria por diversos motivos, y sobre todo, ver feliz a mi chico, rodeado de mi gente y participando de mi mundo.
Ojalá con mis comentarios y las fotografias que los acompañan, participeis un poquito de nuestra alegria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario